Ahora van las palabras de Selene Solís Tejada, maestra de Ciudad Juárez, cuyo trabajo
recibió el primer premio en la categoría "Docentes de las asignaturas Formación Cívica y Ética I y II".
Me es grato participar y haber
sido invitada a las Jornadas de Transparencia 2011 y de igual manera aprovecho
para agradecer a las instituciones convocantes del concurso “Experiencias
didácticas y escolares” por haberme otorgado el primer lugar en la categoría de
Formación Cívica y Ética.
Segura estoy que fue una tarea
difícil para el jurado calificador tomar esta decisión, que cada una de las
experiencias que mis compañeros-as maestros y maestras narraron, estuvieron
inmersas de compromiso, profesionalismo y entrega, pero lamentablemente y
afortunadamente en este mundo de competencias siempre hay un ganador o
ganadora, sin embargo considero que el hecho de tener oportunidad de ejercer
está noble profesión nos convierte a todos y todas en triunfadores y triunfadoras.
Agradezco a mis alumnos y
alumnas, a los que prefiero llamar mis muchachos y muchachas, por permitirme
incidir en su vida, en su formación, en su realidad, para juntos ir recorriendo
los caminos del conocimiento e ir transformando nuestra cotidianidad. Son
innumerables los aprendizajes que los y las jóvenes me han enseñado en el aula,
es de ellos y de ellas esta mención honorífica, porque son ellas y ellos los
que cada día están dispuestos a aprender a pesar de su corta edad y de la
adversidad que les toca sopesar por su condición social.
A las instituciones convocantes
felicito por su interés de impulsar espacios de participación donde se
visualice el quehacer del docente en el aula y puntualizo que me es grato
reconocer la transparencia y honradez del concurso. Acciones como estas son las
que permiten recuperar la confianza en nuestras instituciones y en nuestro
país.
A mi familia esposo e hija
agradezco su comprensión por compartir a su esposa y a su madre con cientos de
jóvenes que consumen gran parte de su tiempo y atención.
Fueron múltiples las lecciones y aprendizajes que me dejó el haber compartido esta experiencia con mis alumnos-as. Una vez más constaté la relevancia de tomar en cuenta el conocimiento de los y las jóvenes y la posibilidad de generar relaciones horizontales en las aulas, apegadas a los principios de la democracia con el fin de propiciar condiciones para el diálogo y la comunicación, a través de métodos participativos y colaborativos, que nos lleve a generar conocimientos significativos, y que conlleve a la formación de sujetos críticos, analíticos y reflexivos de su vida y de su entorno, capaces de intervenir en la vida política de nuestro país a través de principios éticos que los convierta en mejores ciudadanos en beneficio de su persona y comunidad.
Como chihuahuense y maestra me asusta el camino que nos falta por recorrer, el camino que estamos recorriendo y las carencias con las que estamos educando, la violencia constante que viven por el solo hecho de ser adolescentes, la violencia sistemática de la que son víctimas por haber nacido en su condición social, la falta de oportunidades que tienen por ser jóvenes, la condición de pobreza que no les permite satisfacer dignamente sus necesidades básicas. Es labor de los adultos, maestros-as, padres, hermanos-as, autoridades, ciudadanos-as incidir en la formación integral de los adolescentes y generar condiciones óptimas para educar con principios éticos y científicos.
Fueron múltiples las lecciones y aprendizajes que me dejó el haber compartido esta experiencia con mis alumnos-as. Una vez más constaté la relevancia de tomar en cuenta el conocimiento de los y las jóvenes y la posibilidad de generar relaciones horizontales en las aulas, apegadas a los principios de la democracia con el fin de propiciar condiciones para el diálogo y la comunicación, a través de métodos participativos y colaborativos, que nos lleve a generar conocimientos significativos, y que conlleve a la formación de sujetos críticos, analíticos y reflexivos de su vida y de su entorno, capaces de intervenir en la vida política de nuestro país a través de principios éticos que los convierta en mejores ciudadanos en beneficio de su persona y comunidad.
Como chihuahuense y maestra me asusta el camino que nos falta por recorrer, el camino que estamos recorriendo y las carencias con las que estamos educando, la violencia constante que viven por el solo hecho de ser adolescentes, la violencia sistemática de la que son víctimas por haber nacido en su condición social, la falta de oportunidades que tienen por ser jóvenes, la condición de pobreza que no les permite satisfacer dignamente sus necesidades básicas. Es labor de los adultos, maestros-as, padres, hermanos-as, autoridades, ciudadanos-as incidir en la formación integral de los adolescentes y generar condiciones óptimas para educar con principios éticos y científicos.
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